Bechamel ligera de calabacín

Algunos aún no se han recuperado del atracón navideño y otros están en plena operación bikini de cara al verano. En casa solemos comer bien a diario, casero y variado. No renunciamos a platos que nos encantan como la lasaña, los canelones… estas recetas todas tienen algo en común, la bechamel.

A decir verdad nos encanta esta salsa, pero sabemos que aparte de aportar cremosidad a nuestras recetas, también aporta calorías y pesadez. Así que hemos decidido no renunciar a los gratinados y hacer una bechamel más ligera y saludable.

Nos ha sorprendido mucho el resutado, ya que esta receta aporta la misma cremosidad que una bechamel tradicional, además se puede comer sin remordimientos! Alguno que otro no se ha dado cuenta que la bechamel de su lasaña era de calabacín así que el resultado es 100% satisfactorio.

Bechamel ligera de calabacín

Autor: Ana

Preparación: 30 minutos
Raciones: 2
Dificultad: baja

Ingredientes

  • 1 calabacín mediano sin piel
  • 2 cucharadas de AOVE
  • 100 ml de leche
  • 1/2 cebolla pequeña
  • nuez moscada
  • sal + pimienta al gusto
  • 1/2 patata cocida (opcional)

Receta

Para comenzar picaremos la cebolla y el calabacín. La cebolla finamente como de costumbre y el calabacín a taquitos más o menos pequeños. Poner en un cazo el aceite a calentar, añadir las verduras y salpimentar. Tenemos que cocina ligeramente la verdura durante 10 minutos, tened en cuenta que el calabacín soltará agua así que no añadáis más aceite del que se cita, es suficiente!

Pasado este tiempo incorporar al cazo la leche, añadir la nuez moscada rallada y dejar que el calabacín se termine de cocinar en la leche por 10 minutos más. Después de eso tenemos que reservar en un vaso parte del líquido de la cocción. Esto lo haremos así para controlar nosotros el grosor y cuerpo de nuestra bechamel ligera de calabacín. Así pues triturar el calabacín, añadir el líquido restante poco a poco mientras trituramos hasta que quede como nos gusta. Sazonar si hicera falta y listo!

En esta receta si añadimos más leche o poco calabacín puede ocurrir que quede muy líquida o con poco cuerpo la bechamel. Si algo de esto ocurre podemos resolverlo triturando en la bechamel un trozo de patata cocida, esto ayudará a dar cuerpo a la salsa. También podemos cocer un poco de arróz en el momento que añadimos la leche. Esta última opción nunca la hemos usado, alguna vez hemos salido del apuro con un trozo de patata cocida.

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