Flamenquines
¿Conocéis los Flamenquines? Aunque la mayoría contestaréis que sí, hay mucha gente que desconoce de la existencia de estos rulitos de carne, rellenos de jamón y queso y que en casa nos encantan!!!Para quien no lo sepa los flamenquines son muy típicos en Andújar, un pueblo de Jaén de donde somos gran parte de nuestra familia.
La receta original del flamenquín fue creada en el año 1939, en la cocina del bar de D. Manuel Gavilán Mena o «Manolo» como le llamaban sus amigos. Manolo dejaba macerar en vino blanco seco los filetes de lomo de cerdo una hora o más antes de utilizarlos. Aun así existen estudios que indican que el flamenquín viene de Córdoba y se remonta a la edad media. Sea como sea los flamenquines están para chuparse los dedos. Así que no dejéis de probarlos.
En casa nunca los hemos macerado en vino, aunque lo tenemos que probar, y además le añadimos queso, que aunque en la receta original no lo lleva, es muy habitual encontrarlos así. En los bares de Andújar el flamenquín se sirve con patatas fritas, ensalada y mahonesa, y algunos de ellos de tamaño descomunal…pero que bueno madre!!!
Flamenquines
⌇ Preparación: 30′
◷ Raciones: 8 unidades
⥯ Dificultad: baja
Ingredientes
- 8 filetes de lomo de cerdo
- 4 lonchas de jamón serrano
- 4 lonchas de queso
- harina
- huevo
- pan rallado
- sal
- pimienta
- aceite de oliva
Receta
Necesitamos que los filetes de lomo estén finitos. En nuestro pueblo si al carnicero le decimos que necesitamos lomo para flamenquines ya nos lo da justo como los necesitamos. Como no es el caso, vamos a comprarlos lo más grandes posibles, y después los aplastaremos para aplanarlos aún más.
Salpimentamos los filetes y los vamos a rellenar y a enrollar como vemos en las fotos. Un poquito de jamón y una tirita de queso y ha hacer rollitos. No os preocupéis porque al rebozarlos en harina quedan sellados y no se os abrirán.
Preparamos tres cuencos, uno con harina, otro con el huevo batido, y otro con pan rallado. Primero pasamos los flamenquines por harina, después por huevo y pan rallado como haríamos con cualquier otro empanado. Preparamos una sartén con abundante aceite de oliva bien caliente y los freímos dándoles la vuelta para que se doren bien por todos lados.
Los dejamos sobre papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de grasa. Nos comemos unos trocitos sin que nos vea nadie… 😉 Y tachán!! los llevamos a la mesa.
Espero que los disfrutéis tanto como nosotras cada vez que los comemos. Buen provecho!!