Pan integral con sésamo

Que nos gusta hacer pan no es un secreto, y es que disfrutamos con todo el proceso, la elección de ingredientes, el amasado, ver como leva, y ese olorcito que inunda la casa cuando se hornea.

En cuanto a ingredientes solemos jugar con diferentes harinas y porcentajes, pero no nos podemos olvidar de las semillas,  ya que juegan un papel fundmental en los panes, tanto a nivel estético como a nivel sensorial.

Hoy nos hemos decantado por un pan 40% harina integral de trigo, y semillas de sésamo, tanto en la propia masa como en el exterior. Una cosa acerca de las semillas, el cuerpo humano no está diseñado para digerir las semillas enteras, es decir, o las machacamos o las expulsamos tal cual las comimos. Es por eso que en la receta os decimos que las que vamos a mezclar con la masa las tenemos que machacar con un mortero. Así nuestro cuerpo podrá disfrutar de sus beneficios sin ningún esfuerzo.

Tenemos muchos más panes entre nuestras recetas, panes con diferentes ingredientes, incluso dulces! así que os dejamos el enlace para que conozcáis alguno más: Panes de La Cuchara Azul.

Bueno, pues vamos a la cocina que tenemos ganas de comer pan recién hecho 😉

 Pan integral con sésamo

Preparación:
  Raciones:
⥯  Dificultad:

Ingredientes

  • 300 gr harina trigo
  • 200 gr harina integral trigo
  • 200 ml agua
  • 100 ml leche
  • 1 cucharadita miel
  • 12 gr levadura fresca
  • 4 cucharadas sésamo
  • aceite de sésamo
  • 12 gr sal

pan integral con sésamo recién salido del horno

Receta

Cogemos un bol grande y ponemos las harinas y la sal, mezclamos. En un vaso ponemos el agua tibia y disolvemos la levadura en él. Hacemos un hueco en el centro de la harina y vertemos el agua tibia, la leche, la cucharada de miel y el aceite de sésamo. Por último en un mortero ponemos la mitad de las semillas de sésamo y las machacamos. Añadimos el resultado al bol. Ahora con las manos empezamos a mezclar los ingredientes, una vez mezclados dejamos reposar al menos 15′, así la masa será más fácil de amasar.

Momento de amasar. Volcamos la masa sobre la encimera y amasamos durante unos 10-15′. También podemos hacerlo en tandas, amasamos 2-3′, reposo de 10′, amasamos otros 2-3′, reposo de 10′, así hasta 3 veces. Lo hagamos como lo hagamos tenemos que conseguir una masa lisa y manejable.

Amasado acabado, ahora dejamos la masa en un bol engrasado y dejamos levar. El primer fermentado durará unas dos horas más o menos.

Si tenemos panificadora lo tenemos “chupao”. Primero pondremos los elementos líquidos y después los sólidos, la levadura la ponemos con el agua, al fondo, así se irá disolviendo. Hemos usado el programa de masas, engloba amasado y levado. Este programa nos ahorra bastante trabajo, el amasado lo hace a la perfección, y además le da la temperatura que necesita nuestra masa para hacer el primer levado más rápidamente.

Masa integral tras el primer levado

Perfecto, nuestra masa ha levado, está hinchadita y llena de burbujas, ahora enharinamos un poco la encimera y la volcamos con cuidado, la aplastamos para quitarle el gas. La vamos a estirar sobre la encimera, como si fuéramos a hacer una pizza pero rectangular. Después enrollamos la masa sobres si misma como veis en la siguiente foto.

masa lista para poner en el molde

Una vez enrollado nuestro pan de sésamo lo cogemos con mucho cuidado y lo metemos en el molde que vayamos a usar, antes lo habremos engrasado con aceite de oliva para que el pan no se nos pegue.

Lo dejaremos reposar de nuevo, toca el 2º fermentado. Esta vez nos llevará menos tiempo, nuestra levadura está activa y corre que se las pela!!

Tras 1 hora de reposo nuestro pan ha doblado su volumen y está la mar de esponjoso. Ahora lo pincelamos con agua con mucho cuidado de no presionarlo mucho y lo espolvoreamos con el resto de las semillas de sésamo. Le hacemos un corte a todo lo largo con un cuchillo muy afilado. Ahora si que está listo para el horneado.

 

Lo introducimos en el horno que habremos pre-calentado a 250ºC. Horneamos durante 10 minutos con calor solo abajo, y después 30 minutos más calor arriba y abajo. Tiene que quedar doradito pero bien cocido. Para saber si un pan está bien horneado basta con darle unos golpecitos en la base, tiene que sonar a hueco.

Sugerencias y consejos:

Se puede congelar una vez se haya enfriado. Cortadlo en rebanadas y metedlas en una bolsa de congelación, así cada día tendréis pan como recién hecho para desayunar con un golpe de tostador.

Usar leche es totalmente opcional, aporta esponjosidad pero no es necesario, si lo preferís sustituir esa parte por más agua. Igualmente la miel y el aceite de sésamo son prescindibles.

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